lunes, 18 de junio de 2012




Mi nombre es Konrad, y estoy aquí porque el vago de Albert parece que se ha olvidado de escribir. Mientras él sigue a lo suyo, yo aprovecharé para daros unos consejos prácticos sobre cómo actuar ante diferentes situaciones.
Los consejos de hoy van a ser referentes al paseo.
El paseo debería ser el mejor momento del día para nuestro perro. O mejor dicho, los mejores momentos, porque ahí va el primer consejo: hay que salir a pasear con el perro de dos a tres veces al día. Dicho esto, que es lo más evidente del mundo, pasaré a comentaros un par de cositas acerca del paseo y de todo lo que  rodea a esta actividad.

1- el primer consejo es: DÉJALE OLER!
Los perros necesitan recibir información de su entorno. Les gusta saber quién ha pasado por allí, si hay algún perro nuevo en el vecindario, si hay alguna perrita a punto de entrar en celo... y muchas cosas más. Da igual lo que quiera oler: hierbas, basura, una farola, una esquina... DÉJALE! Tú no sabes si lo que está oliendo es interesante (a menudo lo es para ellos). Yo sólo aconsejo intervenir cuando, por ejemplo, el suelo está lleno de cristales rotos o cuando vemos que hay productos tóxicos o potencialmente peligrosos para nuestro perro (lejía, azufre, pesticidas...)

2- COLLARES Y CORREAS
Hay una gran variedad de collares y correas en el mercado. Pero lo mejor, lo que yo siempre aconsejo es un arnés y una correa larga, muy larga. Mínimo de unos 3m. De esta manera, nuestro amigo tendrá mucho más margen para moverse a su antojo sin necesidad de estirar de la correa y sin peligro a ahogarse en el intento. Además de esto, la correa larga también les permite moverse en el momento de interactuar con otro perro o con alguna persona (pueden hacer el rodeo ellos mismos sin necesidad de tirar de nosotros).
La mejor manera de conseguir una correa larga es fabricandola uno mismo. Y es muy sencillo y muy barato: un rollo de correa de persiana que podemos comprar en cualquier ferretería y un mosquetón. No necesitamos nada más. De esta manera podremos hacer varias correas de distintas longitudes para los distintos paseos (por ejemplo, una de 5-7m para la montaña y una de 3m para los paseos urbanos).
En cuanto al arnés, lo recomiendo porque cualquier tipo de collar daña muchísimo más el cuello de nuestro perro que un buen arnés, ya que éstos últimos van sujetados al cuerpo del animal y no aprietan la garganta, que por otra parte es una de las zonas más sensibles de la anatomía perruna (podéis hacer la prueba simplemente acariciando la parte del cuello con la mano, veréis que es piel y carne).

3- REFERENTE DE CALMA
Durante un paseo nos podemos encontrar ante situaciones "incómodas" para nuestro perro. Son esas situaciones en las que nuestro perro intenta advertirnos que algo no va bien mediante su lenguaje corporal y que a menudo acaban en ladridos y/o gruñidos.
Ante situaciones así, lo mejor que podemos hacer es ser una referencia de calma para nuestro perro. Dependiendo de la gravedad de la situación, el perro tardará más o menos rato en mirarnos, y si los niveles de estrés del momento se lo permiten, empezará a relajarse al ver que nosotros estamos cómodos y tranquilos en la misma situación que a él le asusta. Si somos constantes y creíbles, el tiempo hará el resto. Cuando hablo de ser "creíble" lo digo porque no vale eso de intentar mantener la calma. Si nosotros no podemos estar tranquilos, él tampoco podrá, incluso será peor. Por lo tanto, si no somos capaces de mantener la calma ante alguna situación, es mejor no exponernos a ella hasta estar seguros de nosotros mismos. De esta manera le podremos dar una buena referencia de calma a nuestro amigo.

4- ACERCAMIENTOS SEGUROS
Cuando nos encontramos en la calle con alguien que va paseando con otro perrito, solemos reaccionar de maneras poco ortodoxas: lo llamamos, lo arrastramos para que no vaya a verle, le gritamos, nos lo llevamos... ¿por qué? me entristece mucho cuando voy con mi perrito y éste, al ver a otro perro, empieza a mover el rabito e intenta ir hacia él. Acto seguido el otro propietario se va y ambos perros se alejan mirándose mutuamente sin comprender nada. ¿Por qué no dejamos que hablen? ¿quizá por miedo? en fin, mi consejo es que dejemos que los perros interactúen durante unos minutos, al menos. Que se saluden como saludaríamos nosotros a un amigo o conocido que nos encontramos por la calle. No creo que hayan muerto muchos perros ni muchas personas por dejar que dos perros se acerquen y se huelan...
Cuando hablo de acercamientos "seguros" me refiero a los que nuestro perro decide. Hay veces que mi perro ve a otro a lo lejos y automáticamente se va. No quiere saber nada de él. Y no es lo correcto forzar, como hacemos con los niños, a que se saluden. Hay veces que apetece, y hay veces que no. Debemos respetarles.

5- PASEOS RUTINARIOS
Es una buena idea tener una o dos rutas de paseo habituales. Pasear siempre por el mismo sitio puede llegar a ser aburrido, pero combinar lugares nuevos y diferentes con lugares habituales, aportará a nuestro amigo la satisfacción de conocer cosas nuevas y a la vez "controlar su zona". Esta práctica es especialmente buena para perros inseguros o con miedo, ya que pasear por el mismo sitio le dará la sensación de control que el miedo o la inseguridad le quitan, y hará que salga a la calle mucho más tranquilo. Debemos crearle la sensación de que él sabe en todo momento lo que pasa o lo que va a pasar en el paseo.

Con estos cinco consejos me despido por hoy. Es mi primer día y no quiero aburriros, pero en breve volveremos a vernos. O no... mientras tanto disfrutar de la compañía de vuestros mejores amigos. Espero que estos consejos sirvan para que juntos disfrutéis más de los paseos.

un abrazo inmensamente perruno a tod@s!