lunes, 27 de noviembre de 2017

Preparando las maletas

A finales de este año daré por finalizada mi aventura con blogspot. Eso se traduce a la práctica en que dejaré de publicar aquí. Pero ni mucho menos dejaré de escribir. De hecho, continuaré haciéndolo pero en lugar de publicarlo aquí, lo publicaré directamente en mi página (www.albertcapapey.com) para optimizar mis limitados recursos y así lograr una mejor cohesión de contenidos.

En la web, además del nuevo blog con nuevo formato, encontraréis información relacionada con los cursos, talleres y charlas que impartiré, así como enlaces a otras páginas interesantes, fotos de las actividades que realizo y otras muchas cosas.
Por lo pronto, os invito a que vayáis echándole un ojo para ver cómo está quedando y si alguien tiene alguna sugerencia, será bien recibida.
Así que sin ganas de alargar más esta entrada, me despido y nos leemos pronto en la nueva ubicación digital. Espero que os guste!!!

Salud!

viernes, 10 de noviembre de 2017

Cómo, cuándo, cuánto y por qué controlamos a nuestros perros.

A priori responder las preguntas que titulan esta entrada puede parecer una tarea sencilla. Pero puedo aseguraros que no lo es. Eso sí, sólo si empezamos a respondernos estas preguntas (y todas las que se deriven de ellas) lograremos enfocar un camino propicio para alcanzar una convivencia plena, saludable y enriquecedora.

Creo que ya he dicho muchas veces, quizá hasta demasiadas, que yo no soy adiestrador. No me dedico a ello. Y aún así, son muchas, muchísimas las personas que contactan conmigo telefónicamente o vía internet para plantearme intervenir como tal en unas u otras circunstancias.

Como soy humano, reconozco que no siempre tengo la paciencia suficiente para explicar adecuadamente la diferencia entre educar y adiestrar. Pero en la mayoría de los casos, esas llamadas o consultas electrónicas acaban derivando en una visita a domicilio.
Y alguien se preguntará ¿por qué? ¿no buscaban un adiestrador? ¿no dices que tú no adiestras? Y así es. Pero la realidad es que la gran mayoría de esas personas no buscaban un adiestrador. Buscaban básicamente alguien que les ayude a "controlar" una situación que se les va de las manos. Y he entrecomillado la palabra controlar porque no es del todo exacta. Lo que todas esas personas quieren es entender qué está pasando. Y quizá necesiten que alguien les ayude, sí. Pero mucho me temo que esa ayuda no puede venir única y exclusivamente de la mano del control.

Y por ahí quería yo poner el foco en esta entrada. A menudo infravaloramos el criterio de nuestros perros y perras y por eso necesitamos instrumentos y herramientas de control. Es decir, necesitamos controlar a nuestros perros porque no nos fiamos de su criterio. Y como controlamos tanto a nuestros perros, no son capaces de desarrollar adecuadamente un criterio propio. ¿Curioso verdad? ¿Qué fue primero el huevo o la gallina? en realidad da igual. 

Diferentes escenarios; diferentes actores; diferentes instrumentos de control. Obviamente no es lo mismo un collar de estrangulamiento que una bolsa de chuches. Pero de alguna forma, el efecto que podemos llegar a provocar con ambas puede ser similar: un perro sin criterio, incapaz de desenvolverse por sí mismo en diferentes situaciones.

Por eso creo que es tan importante hacernos este tipo de preguntas: ¿Cómo estoy controlando a mi perro? ¿Le estoy controlando demasiado? A veces lo hacemos sin ser conscientes. Otras lo hacemos porque creemos que no hay otra alternativa. En ocasiones lo hacemos para recrearnos y en algunas incluso para que nos ayuden en algunas tareas. Disciplinas deportivas, exhibiciones, concursos... 

Creo que la educación debería centrarse mucho más en cómo dejar de ejercer ese control. Soy consciente de que nuestra vida diaria es posible que nos requiera de cierto grado de control puntual sobre el animal cuando, por ejemplo, nos proponemos cruzar una calle. Pero estoy convencido de que hay muchísimas situaciones en las que el mero hecho de tener que controlar al animal supone un fracaso educativo. Si le tienes que decir constantemente cómo se tiene que portar es porque algo no estás haciendo bien.

Para acabar, me gustaría decir a modo de aclaración que no estoy en contra del adiestramiento, ni mucho menos. Estoy convencido de que se puede adiestrar a un animal de forma amable y respetuosa y lograr lo que uno se plantee. Eso sí, el proceso quizá sea más lento y haya que echarle más paciencia. Y una cosa hemos de tener muy pero que muy clara si queremos adiestrar (o controlar) a nuestro perro o perra en algo concreto: si el animal falla no es culpa suya, sino de quien le da las indicaciones.

Salud y hasta pronto

lunes, 23 de octubre de 2017

Luces, cámara y... acción!

Así es como deberíamos plantearnos las salidas cuando tenemos un "problema" en los paseos. Como si fuésemos a rodar una película. Pero en esta película trataremos de ayudar a nuestrx perrx.

A menudo, cuando tenemos un problema con nuestro perro o nuestra perra en el paseo, solemos tomar medidas al respecto. Pero con demasiada frecuencia esas medidas van dirigidas, bajo mi punto de vista, al destino equivocado: al animal.

Cuando tira de la correa, cuando ladra o persigue a ciclistas, cuando come cosas del suelo, cuando ladra a otros perros que pasan... etc etc intervenimos sobre el animal para evitar que ese comportamiento persista o se repita. Le llamamos la atención, tensamos y acortamos la correa, le gritamos... Pero muy pocas veces caemos en la cuenta de intervenir sobre el escenario. Y en algunas de esas pocas veces, actuamos mal sobre el escenario. Pecamos de sobreprotección hacia el perro o la perra y le aislamos de todo aquello que le genera malestar o incomodidad. Y tampoco se trata de eso. Creo que es bueno y sano para todxs enfrentarnos y superar nuestros temores. Pero también creo que debería hacerse de la forma más apropiada posible.

Así pues, cuando en una visita aconsejo modificar o cambiar ciertas cosas en lo que a las salidas y paseos se refiere, suelo aconsejar que se haga desde la perspectiva de que preparamos un escenario para que nuestro perro o perra "actúe".

Nuestro papel es el de director o directora de la película. Yo no se mucho de cine, pero creo que el paralelismo se va a entender.
Como directorxs tenemos un o una protagonista de la película: nuestro perro o perra.
Tenemos que ser capaces de buscar los actores que acompañarán a nuestrx protagonista, y esos actores deben estar a la altura de nuestrx actor o actriz principal.
También es tarea nuestra buscar escenarios propicios para que la obra se desarrolle y pueda lucir en toda su plenitud.
En esta película también aparecerán actores y actrices secundarios que aparecerán de forma espontánea. Hay que tenerlos siempre en cuenta.

Nuestra tarea es preparar todo eso para que una vez se dé la señal de "acción", es decir, una vez salgamos a pasear, todo sea una gran función preparada para que nuestrx compañerx peludx pueda resolver sus conflictos.
Una vez empiece todo, nuestra intervención deberá ser mínima. Sólo en casos puntuales podremos aportar algo a lo que suceda pero en la buena parte nuestra tarea es observar en silencio. Ya sea paseando con correa o sin ella. En el caso de que sea en paseos con correa, nuestra tarea será mayor ya que además de preparar todo el escenario, deberemos saber manejar la correa. Pero no resulta complicado si la planificación es buena.


Y en el caso de no entender todo esto o de ser incapaz de ejercer de director de la película que te está planteando tu perro o perra, siempre puedes acudir a una buena educadora canina para que te ayude. Al final, nuestra tarea es un poco esa: ayudar a las personas a ayudar a sus perros :)

Salud y hasta pronto!!!!

martes, 17 de octubre de 2017

Aprender a pasear como cuando se aprende a conducir.

Cuando hay problemas relacionados con el paseo o con la correa, a menudo recurro a este ejemplo para que lo que quiero transmitir se comprenda con más facilidad.

Y es que cualquier persona que tenga carné de conducir sabrá que al empezar las prácticas, el profesor o profesora no te hace conducir por el centro de la ciudad. No te pone al volante y te dice: "apáñate como puedas!". ¿Verdad que no? El proceso que seguimos es mucho más progresivo. El primer día quizá ni conduzcamos. Nos enseñarán lo básico: mecánica básica, cuadro de luces, controles, pedales, marchas... Luego conduciremos por zonas prácticamente aisladas del tráfico: polígonos, zonas restringidas, etc. Y conforme vayamos cogiendo confianza iremos acercándonos al centro.

Cuando hago un taller de correa, el planteamiento es muy similar. Muchas veces tenemos que re-aprender a utilizar la correa, y para ello es mejor empezar desde cero. Sin malos hábitos. Igual que conducir, llevar bien la correa no es difícil una vez has aprendido, pero el proceso de aprendizaje es de vital importancia.

Salvando todas las distancias obvias que hay entre conducir un coche y pasear con un perro, es un ejemplo que me sirve para hacer entender el proceso de aprendizaje que seguimos en los talleres y en las visitas en las que planteo cambios relacionados con el paseo y con la gestión de la correa.

Pasear por zonas tranquilas nos permitirá conocer mejor al animal y a su vez, el perro podrá pasear más relajadamente y disfrutará más del paseo. Fortaleceremos el vínculo, ganaremos confianza mutua y poco a poco nos estaremos preparando para afrontar retos mayores (calles o zonas más transitadas).

No se trata de pasear eternamente por zonas solitarias, sino de empezar de cero. Con la actitud y las herramientas adecuadas, en poco tiempo estaremos preparados para afrontar situaciones mucho más complejas y veremos a un perro mucho más resolutivo y maduro.

Salud y hasta pronto!!

domingo, 15 de octubre de 2017

Actividades a final de mes

Dada la buena acogida que han tenido las actividades y charlas propuestas hasta ahora, he decidido "formalizar" un calendario que nos permita organizarnos un poco mejor.
Con ese objetivo cada último fin de semana mes habrá una actividad. Bien sea charla, sea taller o salida.
Así pues, cada último sábado (o domingo) de mes organizaré un encuentro en el que podrá participar quien quiera. La participación en estas actividades será bajo previa inscripción y empezaremos dentro de dos semanas, con una salida que realizaremos por la montaña acompañados por nuestros perros y perras. 

Al principio de cada salida se darán ciertas pautas que los asistentes deberán intentar seguir para aprovechar al máximo el tiempo que dure el paseo (aproximadamente 40 minutos). A continuación de la breve explicación dará comienzo el paseo, en el que se abordarán posibles dudas relacionadas con el comportamiento de nuestros perros y en el que sobre todo trataremos de hacer que nuestros perros puedan disfrutar plenamente de un paseo en libertad por el monte.

Las actividades en formato charla se harán en lugares públicos y abiertos, como he hecho hasta ahora, y no será necesaria la implicación de perros y perras. Durante más o menos una hora hablaré de diversos temas relacionados con la educación canina y obviamente responderé preguntas y trataré de resolver todas las dudas que puedan surgir.

Los talleres estarán enfocados a practicar para mejorar aspectos más concretos como la gestión de la correa, la respuesta a la llamada o situaciones concretas y puntuales con las que nos encontramos habitualmente. Así pues será necesaria la participación de perros aunque no será imprescindible que todxs los participantes vayan acompañadxs por sus perrxs.

Dentro de poco colgaré más info de la próxima salida que tendrá lugar el día 28 de octubre. Si alguien quiere participar o está interesado en saber más que se ponga en contacto conmigo por mail o por teléfono. Estaré encantado de resolver cualquier duda.

Salud y hasta pronto!!!

domingo, 27 de agosto de 2017

Xerrada gratuïta a finals de setembre

El dia 30 de setembre, dissabte, xerrarem una mica sobre educació canina al Parc de la Sínia, a Calafell. La xerrada serà curteta, aproximadament d'uns 45 minuts o una hora. Exposaré el meu punt de vista al voltant de les problemàtiques més habituals i comuns, tractaré d'explicar el perquè poden donar-se determinats comportaments en els nostres gossos i gosses i d'aquesta manera orientar una mica a les persones que vulguin millorar algun aspecte de la relació amb el seu gos o gossa.

Com bé diu el títol d'aquesta entrada, la xerrada serà completament gratuïta. A canvi, només es demanarà als assistents un donatiu voluntari que anirà destinat íntegrament a l'Associació per la Defensa i Protecció dels Animals de Calafell (ADIPAC).

D'aquesta forma tractarem de visualitzar la tasca d'aquestes persones al nostre municipi, i a la vegada ajudarem econòmicament a l'associació per tal de que pugui continuar fent la seva feina que tant important resulta, per desgràcia, a la nostra societat.

Sempre he cregut que educadors, protectores i veterinaris som part del mateix equip. Un equip multidisciplinari que té com a objuectiu final el benestar dels animals que vieun amb nosaltres. Realitzant tasques molt diferents, som tres potes del mateix taburet i això ens hauria de permetre col·laborar de forma eficaç i efectiva. Per desgràcia, aquesta combinació, aquest equip multidisciplinari, aquest engranatge és més difícil de moure si qui s'encarrega de lubricar-lo i engreixar-lo, no ho fa.
En aquest cas, són les administracions les encarregades de propiciar que aquest eix social funcioni adequadament. Porporcionant mitjans, nodrint de pressupost o sencillament no dificultant les tasques que aquestes persones realitzen per amor i estima als animals.

En fi, tothom qui vulgui venir, el dissabte dia 30 ens veiem!



Salut!


sábado, 12 de agosto de 2017

El Mito de la Caverna del siglo XXI.

Cuando Platón hace unos 2000 años planteó el Mito de la Caverna en su libro La República no creo que fuese consciente de lo actual y contemporáneo que resultaría tantos siglos después.

Para quien no lo conozca, el Mito de la Caverna de Platón describe la situación de un ser humano condenado a vivir desde su nacimiento aislado en una caverna de la que no puede salir, y percibe el mundo de esa forma. Su contacto con el mundo exterior se limita al juego de luces y sombras que la luz del Sol arroja en la entrada, de tal modo que su idea de ser humano se limita a algo así como a una serie de sombras alargadas en movimiento.

Esta es una interpretación muy propia y libre de la obra, y recomiendo mucho su lectura porque es como La Metáfora de muchas cosas, pero sobretodo de los límites que el ser humano pone a su propio conocimiento.

Dicho esto, utilizo como referencia esta historia de Platón porque creo que refleja perfectamente la situación de muchísimos perros hoy en día.
Muchos perros viven aislados en sus casas y jardines. Se les priva desde bien temprano del contacto con el mundo exterior y de las relaciones con otros individuos de su especie y poco a poco se transforman en ese individuo que describe Platón en el relato.
Son esos perros que ven el mundo desde una terraza o un jardín. Que corren por la valla que da a la calle de punta a punta ladrando y queriéndose comer a todo el que pasa por delante.

Por desgracia para ellos, muchos perros que viven en casas sufren un aislamiento terrible del mundo que les rodea, y eso repercute enormemente en su salud. Tanto física como mental y emocionalmente, el perro pagará las consecuencias de ese aislamiento y eso repercutirá, obviamente, en la convivencia.

Es por eso que son tan importantes los paseos. Y no sólo el hecho de pasear como tal, sino de que los paseos sean lo más completos posibles, adecuando las salidas a las características de cada un@. 

No sólo el confinamiento en jardines provoca la sensación de aislamiento. También privar de una adecuada interacción con otros perr@s convierte a nuestr@ compañer@ poco a poco en el protagonista perruno del mito de la caverna del s. XXI.

En nuestras manos está convivir con un animal pleno o hacerlo con un rehén.

martes, 8 de agosto de 2017

Un macarra, una rubia y un buenazo.

Ayer por la tarde acudí a un local social acompañado de Luna y Rudy. No suelen venir conmigo a este tipo de sitios, entre otras cosas, porque creo que no son los mejores lugares para pasear (se aburren, no pueden explorar, tienen que estar atados...). Pese a todo, ayer decidí que me acompañaran. Iba a ser poco rato y al primer indicativo de agobio por su parte, nos marcharíamos.

El local es como una pequeña burbuja de tranquilidad en mitad de todo el ruido y gente que va a la playa, a comprar o a pasear.

Alguna vez había coincidido en el local con Rocky, un alegre y bonachón labrador de color chocolate, de unos 5 años de edad y compañero de los propietarios del negocio. Y ayer fue uno de esos días. La diferencia es que siempre que habíamos coincidido yo iba solo, y pasamos buenos ratos de masajes, miradas y caricias.

Ayer yo iba acompañado, y eso hizo que Rocky se comportara ligeramente distinto.

Nada más entrar por la puerta vino a saludarme, pero se frenó a un metro aproximadamente cuando vio q tras de mí entraban Luna y Rudy. Ellos fueron desde ese momento su foco de atención.

Se acercó para saludar a Luna primero, pero no se esperaba que el más pequeño de los tres fuera el más macarra. Rudy se interpuso entre Rocky y Luna, frenando el enérgico avance de éste y proponiendo una situación nueva: ahora hay que saludar a Rudy para poder llegar  a Luna. Y hasta cierto punto, la actitud de Rudy se podría considerar "desafiante" para con Rocky (plantado en pose de chulito, pecho fuera, cabeza alta, boca cerrada, orejas tiesas...)

A todo esto me gustaría destacar el hecho de que Rocky se movía libre y sin correa por el local (local que además conoce perfectamente) mientras que Luna y Rudy permanecían atados a una correa que sujetaba yo.

Como alguna vez ya he comentado, el comportamiento de los perros puede ser muy distinto si van con o sin correa, y ahí estaban los tres actores caninos para hacernos una demostración in situ.

Pasados unos minutos, Rocky seguía en su empeño por conocer a Luna, que permanecía echada junto a mí en pose de esfingie. Rocky, desde la distancia, buscaba estrategias que le permitieran resolver con Rudy sin entrar en conflicto para luego poder conocer a la rubia, que se lo miraba todo con interés.

Habían pasado ya varios minutos y las  cuatro personas que estábamos allí observábamos la situación sin intervenir. Pensé que tanta atención no ayudaba a Rocky en su tarea, ya que éste no paraba de mirarnos. Tenía la sensación de que le estábamos poniendo demasiada presión y decidí intervenir. Comencé a hablar, explicando lo que yo veía que estaba pasando con el objetivo final de distraer un poco la atención de las personas. De esta forma, tanto Rocky como Rudy y Luna podrían tomar sus decisiones sin tanta presión.
Dos de las tres personas parecían estar muy interesadas en lo que explicaba, e incluso nos explicamos anécdotas que ilustraban todo lo que allí estaba pasando. La tercera persona no parecía demasiado convencida. Aguantó bastantes minutos sin hacer prácticamente nada (básicamente chistaba a Rudy cuando éste gruñía a Rocky, cosa que me daba más pie a seguir hablando y que preocupaba muy poco o nada a los tres perros). Finalmente el muchacho no pudo contenerse decidió intervenir para "solucionar" la situación.

Rocky había logrado avanzar mucho en sus "negociaciones" con Rudy, hasta el punto de que Rudy se había movido de sitio y ahora dejaba claramente el camino despejado para que Rocky se acercase a Luna. Rudy se colocó todo lo lejos que la correa le permitió y de espaldas a la situación. Pero Rocky había aprendido a tomar precauciones, y no se dirigió directamente hacia Luna, sino que empezó a  rodear la situación.

Esto fue lo que colmó el vaso de paciencia de la única persona que intervino. Se levantó y se acercó a Luna y a mí (Rudy estaba echado a unos dos metros de nosotros) a la vez que llamaba a Rocky. Y ahí se produjo, para mí, la magia.

Rocky se acercó al muchacho. Orejas hacia atrás, cola caída, paso lento, mirada al suelo... Rudy abandonó su posición para volver a ponerse "en guardia", pero esta vez no era por Rocky, sino por el muchacho que estaba intentando llevar a Rocky hasta Luna.
La rubia, impasible, seguía tumbada junto a mis pies. Rudy no podía acercarse porque la correa se había liado con una pata de la mesa y fue Rocky quien se negó a conocer a Luna en esas circunstancias.

Lo tenía muy fácil, a escasos centímetros. Pero no se había pasado 20 minutos negociando con Rudy para que ahora alguien mandara al traste sus esfuerzos, de manera que se negó a acercarse a Luna. El chico trató por activa y por pasiva de convencer a Rocky. Trató incluso de empujarlo en dirección a nosotros. Pero no hubo manera. Los 30 kgs de labrador chocolate se negaban a avanzar. Plantó su culo en el suelo y el muchacho, de brazos fuertes, no pudo más que moverlo unos centímetros.

Y fue entonces cuando creo que todos vimos el panorama: un ser humano tratando de explicar a tres perros cómo se han de comportar los perros, y los tres perros negando la mayor de la forma más elegante que sabían.

Esto suele pasar mucho más a menudo de lo que algunas personas puedan pensar. Y para su desgracia el resultado no siempre es el narrado en esta entrada.

Finalmente, la situación se solucionó cuando decidí marcharme, al cabo de pocos minutos. Con la excusa de que la correa se había enredado con la pata de la mesa, solté a Rudy y éste pasó olímpicamente de Rocky. Rudy se puso a olfatear y chafardear todo lo que le rodeaba (como hace habitualmente) y Rocky finalmente pudo acercarse y olfatear a Luna.
Fue volver a colocar la correa en el arnés de Rudy y éste volvió a su actitud "desafiante". Antes de marcharme miré a Rocky, que sonreía satisfecho (o esa fue mi sensación, también podía ser que jadeaba agotado por la tensión de la situación).

La intención del muchacho era la mejor, estoy convencido, porque le conozco. Pero a veces olvidamos que los perros son perros y las personas son personas.

Castigar o corregir el gruñido es fatal para la convivencia con nuestros perros y perras. El gruñido es necesario y vital para ellos y para nosotros. 
Intentar mediar en una situación de perros a menudo es más complejo de lo que nos pensamos; y tratar de imponer nuestro criterio sin tener en cuenta lo que está sucediendo a nuestro alrededor es, cuanto menos, temerario.

Rocky consiguió su premio: conocer a la rubia. Pero no a cualquier precio. En educación las formas pueden ser tan importantes como el fondo, y el fin no justifica los medios. Es más, los medios (o formas) a veces importan más que el fin. Como dice la letra de alguna canción: "que no te obsesione el destino, lo mejor está en el camino."

Salud y hasta pronto!

jueves, 3 de agosto de 2017

Las etapas de desarrollo (I)

- ¡mama, mama! Mira ese! tan grande y le tienen que llevar en un carrito! - Le dijo un niño de 3 o 4 años a su madre, mientras señalaba con energía a una persona que pasaba cerca y que iba en silla de ruedas.
- ¡mira cuánto café habrá tomado este señor! - Dijo el niño al cruzarse con una persona negra mientras paseaba con sus padres.

Y así podría poner varios ejemplos más. La verdad es que de crio metía mucho la pata y a menudo dejaba en evidencia a mis padres delante de otras personas. Recuerdo muchas situaciones similares y en parte es gracias a ellos que de vez en cuando me las siguen recordando.

Pero gracias a equivocarme en la etapa apropiada y a recibir buenas referencias de las cuales aprender crecí como individuo y como persona social. Y a día de hoy ya no meto (tanto) la pata. Aprendí a comportarme en diferentes situaciones sociales de manera honesta pero sin decir lo primero que se me pasa por la cabeza. Y así a lo largo de toda la vida. Nunca es tarde para equivocarse y aprender de los errores. El problema viene cuando el error no va sincronizado con la etapa correspondiente. Porque eso a menudo conlleva consecuencias sociales y emocionales.

De ahí que conocer las etapas de desarrollo de los perros sea algo tan vital y necesario para nosotros, las personas que convivimos con ellos.
Sólo así seremos capaces de gestionar situaciones que se nos presentan a diario y acompañar en el crecimiento de nuestro compañero o compañera de cuatro patas.

De la misma forma que pasa con las personas (y en muchas otras especies de mamíferos), el desarrollo de un individuo se divide en distintas etapas, que tienen cada una el objetivo final de hacer crecer emocional, social y físicamente al animal. Durante los dos primeros años de su vida, el perro pasa por una serie de etapas, al principio de su vida más cortas y más largas conforme va creciendo. Obviamente esto no quiere decir que una vez el perro cumple los dos años se hace adulto y ya no aprende nada más. En absoluto. Casi al contrario. Esos dos primeros años son como el "entrenamiento" para lo que le queda de vida de adulto, que son muchos más años.

Si hemos sabido acompañar bien ese crecimiento a lo largo de todas sus etapas, disfrutaremos de una convivencia sana y agradable para el resto de su vida. Si por lo que sea, alguna o varias de estas etapas no se han podido desarrollar correctamente, probablemente nos encontraremos con situaciones incómodas y desagradables durante mucho tiempo y con las que no siempre es fácil convivir.

La importancia del juego en el crecimiento.

Para los perros es vital jugar con otros perros durante su desarrollo y crecimiento. Es necesario por varios aspectos: emocional, social y físico.

"Grupos de investigadores han elaborado formas de impedir el juego a las crías de ratas, durante una fase crucial de su crecimiento, sin privarles, eso sí, de otras experiencias sociales. Las crías crecieron con deficiencias a nivel emocional.[3, 4] Cuando se las expuso a un nuevo ambiente, interactuaron con miedo y fracasaron al intentar adaptarse y explorar, al contrario de como lo haría una rata normal."
fuente: zolani.es

Esta comprobado que para muchos animales, sobretodo mamíferos, es necesario jugar para socializarnos, para aprender de los demás y para compartir. Para saber comunicarte, para empatizar y comprender a los demás... para formar parte de un grupo, para saber desepeñar un rol o una función dentro de un grupo social. Son muchos los beneficios que tiene jugar a todo tipo de cosas durante nuestra infancia y parece mentira que no sepamos interpretar que los perros necesitan exactamente lo mismo que nosotros y que tantos y tantos mamíferos del mundo.

Correas cortas, collares de ahogo o arneses tipo halty, bozales...Todo tipo de artilugios y chismes que limitan a los perros jóvenes y enérgicos que tiran muchísimo de la correa. Y cada vez más restricciones para tener más control sobre sus movimientos, impidiendo a menudo que lleguen siquiera a acercar su hocico al suelo o a otro perro en todo el paseo.

Es jodido ver esa cara de cachorrón que nos mira y nos ladra mientras su propietario le grita y le arrastra alejándole de nosotros. Demasiadas veces he vivido situaciones de este estilo y me sabe fatal.

Es cierto que los perros jóvenes a veces pueden parecer temerarios, o puede darnos la sensación de que han perdido el control sobre sí mismos. Y a menudo sensaciones de ese estilo son las que nos llevan a intervenir y a entorpecer de mala manera su aprendizaje y su crecimiento.

Si no somos capaces de acompañar a un cachorro durante sus primeras etapas, es mejor que pidamos asesoramiento profesional. Porque no es un "vale todo" en cuestión de jugar. De la misma forma que pasa con los críos, nuestra tarea es la de saber qué tipo de entornos son los más apropiados para que nuestro perro o perra se pueda desarrollar adecuadamente sin necesidad de intervenir nosotros. Lugares, perros, personas... Yo suelo decir una frase que dice así: Nosotros podemos decidir el "dónde" y hasta cierto punto el "con quién"; El "cómo" y el "por qué" son cosa suya
Si lo hacemos bien nos ahorraremos esos destrozos en el mobiliario doméstico, esas persecuciones con la zapatilla, esos tirones de correa... etc y obtendremos a cambio una convivencia divertida y enriquecedora, asegurándonos a su vez la compañía de un gran perro o perra adulta para el resto de nuestra vida juntos.

Para acabar, os dejo otro fragmento pequeñito del artículo "Juegos peligrosos: por qué a los niños les encantan y además los necesitan" del enlace que os he puesto antes y con ello os invito a su lectura y a la consecuente reflexión. Sé perfectamente que niños y perros no son la misma cosa. Lo sé. Pero a nivel educativo y sobretodo de crecimiento y desarrollo, no creáis que hay tanta diferencia.

"Tales resultados han contribuido a la «teoría del control de la emoción en el juego» (emotion regulation theory of play, en inglés), una teoría en la que una de las funciones más importantes del juego es enseñar a las crías de mamíferos cómo regular el miedo y la ira [4]. En los juegos peligrosos, los pequeños se dosifican pequeñas cantidades de miedo y practican cómo no perder la cabeza y cómo comportarse según las circunstancias mientras experimentan esa sensación de temor. Así aprenden que pueden controlar el miedo, sobreponerse y salir airosos."

Salud y hasta pronto!

lunes, 17 de julio de 2017

Gilipolleces...

Gilipollez es decir "healthy" en lugar de decir que algo o alguien es sano o saludable,
gilipollez es llamar "running" a correr por la calle,
gilipollez es decir que el "trap" y el "reguetón" son géneros musicales,
gilipollez es pagar una pasta para ir a un concierto de Enrique Iglesias y sentirte estafad@ porque no canta en directo o porque el concierto dura muy poco.

Gilipollez es decir "sacar al perro a pasear" en vez de decir "salir a pasear con el perro",
gilipollez es llamar "foody" a alguien que le gusta la comer,
gilipollez es aglutinar una serie de disciplinas deportivas y decir que has inventado una nueva disciplina deportiva y ponerle un nombre absurdo, preferiblemente compuesto combinando medias palabras en inglés.

Gilipollez es decir "no me hagas spoiler" en lugar de "no me avances nada".
También es gilipollez salir a pasear con el perro "porque tiene que hacer ejercicio",
me temo tiene que hacer mucho más que eso...

Gilipollez es pensar y/o decir hoy en día que hay perros dominantes y perros sumisos,
gilipollez es tirar la pelota una y otra vez porque "al perro le gusta y así se cansa..."
Gilipollez es seguir caminando arrastrando a nuestro perro que trata de oler algo o de orinar.
Gilipollez es usar el gesto de las comillas excesivamente en una frase.
Gilipollez es pensar que el perro no tiene que salir a pasear a la calle porque tiene suficiente jardín.

Gilipollez es hacer una crítica destructiva en lugar de plantear o buscar alternativas mejores.

Gilipolleces hay muchas porque somos muchos gilipollas en el mundo,
pero la idea sería tratar de ser cada día un poco menos. Para empezar, podríamos empezar a llamar a las cosas por su nombre porque en definitiva así es como lo procesará nuestro cerebro.

Así que si te has dado por aludido o aludida mientras leías esto
no te lo tomes a mal. Piensa que está escrito por un gilipollas.

Pero si ha servido para que alguien reflexione un poco sobre lo expuesto, habrán merecido la pena todos los enfados que pueda provocar.
Porque uno trata de ser cada día menos gilipollas, pero eso no se puede hacer solo :)

Salud!

martes, 27 de junio de 2017

Cositas pendientes

Bueno como quizá algunos sepáis hay cosas pendientes que aunque pueda parecerlo, no están paradas. Me gusta compaginar tiempo de estudio y lectura con el tiempo que dedico al blog y seguramente por ello la regularidad con la que publico es relativa.
Por suerte o por desgracia mi cabeza no lleva demasiado bien lo de parar. Me encanta inmiscuirme en mis pensamientos, sentir curiosidad por las cosas y eso hace que me embarque en proyectos interesantísimos pero que no siempre uno puede llevar a cabo (por falta de medios, de recursos, de tiempo...).
Con el tiempo he aprendido a seleccionar qué ideas y qué proyectos son interesantes a la vez que viables. O eso creo. Porque a veces se cruza en el camino algo que se hace más grande y más interesante de lo que pensabas y eso es justamente lo que me ha ocurrido, por ejemplo, con Filosofia DogVille Beach.
Cometí el gran error de pensar que era algo mucho más sencillo de lo que realmente ha supuesto (y está suponiendo). En todos los sentidos, realizar vídeos con un contenido interesante ha resultado ser mucho más complicado de lo que a de entrada me esperaba. En estas semanas nos hemos pasado varias horas en total paseando cámara en mano, charlando conmigo mismo y a veces con Luna y Rudy. Y lo hemos pasado en grande. Pero el resultado no era nunca el deseado. Ruido, viento, planos desenfocados, vídeos que se borran misteriosamente o se corrompen (si si, como los políticos) y se quedan inutilizables... Me han pasado mil cosas que sumadas a la poca idea que tengo sobre el tema de edición de vídeo han hecho que el arranque del proyecto fuese, como he dicho, más duro y difícil de lo esperado.
Por suerte, estar rodeado de gente extraordinaria que me han ayudado y animado en el proceso ha hecho que el mero hecho de haber realizado todo este proceso haya merecido la pena (e insisto: y está mereciendo).
Así que si alguien creía que el canal de Youtube y el proyecto Filosofia DVB estaba parado, que esté atent@ que en breve se vienen cosas chulas :)

Por otra parte, aprovecho también para comentaros un par de cosas sobre las próximas publicaciones que tengo preparadas para el blog.
Por un lado habrá una entrada sobre las etapas de desarrollo. No será una entrada extensa en la que comente peculiaridades de cada etapa. sino que trataré de explicar en pocos párrafos cómo se desarrollan estas etapas de desarrollo (valga la redundancia). Creo que es de vital importancia entender algo tan importante pero sé que donde más se puede aprender sobre este tema no es en este blog, así que daré cuatro pinceladas y como siempre dejaré las referencias oportunas a las que acudir para saber más.
Por otro lado es muy provable que caiga algún que otro relato que hace tiempo que tengo ganas de compartir con vosotr@s. Hace mucho que no publico ninguno y no será por falta de ellos. Por alguna razón dejé de compartirlos y he pensado que no estaría mal hacer una pequeña recopilación de algunos de los que he escrito en este tiempo y colgarlos.


Así que nada, se avecina una buena etapa! espero que la lectura os resulte igual de interesante de lo que a mi me resulta escribir! :)


Salud y hasta muy pronto!!

lunes, 26 de junio de 2017

San Juan 2017

He pensado que un poco de humor gráfico no nos vendría mal a aquellos que hemos sobrevivido un año más a la ruidosa noche de San Juan.
Iba a escribir una entrada unos días antes comentando cositas que podríamos tener en cuenta si nuestro compañero o compañera perruna lo pasa mal con los petardos, pero ando muy liado con otras proyectos (de los que en breve os comentaré noticias también) y no me dio tiempo de acabarla.

Como compensación he hecho este dibujito dedicado, con todo el cariño, a todos esos "petardos" ;)
Salud!

miércoles, 24 de mayo de 2017

Acariciar a un perro no es un derecho, es un privilegio que hay que ganarse

Así es como yo lo veo. Tal cual lo pongo en el título. Y escribo sobre esto porque a lo largo de estos últimos años me he encontrado con mucha gente que cree que tiene el derecho (y a veces parece que hasta la obligación) de acariciar a Rudy, y él tiene sus reservas al respecto.

Como digo muchas veces, acariciar a Luna prácticamente "es gratis". Es decir, no cuesta nada. A poco que la mires y le digas algo ella se acercará a ti moviendo el rabito y probablemente se siente en tus pies esperando que una mano caiga sobre ella. A veces hay suerte y esa mano es educada y respetuosa. Otras veces, la gran mayoría, esa mano es brusca, torpe o descuidada pero Luna le echa paciencia si la persona en el fondo es agradable. Si la persona en cuestión es muy torpe simplemente se levantará y se apartará.

Pero cada individuo es un mundo, y en este sentido, Rudy y Luna son muy distintos. Rudy es muy prudente. Se toma su tiempo, observa y valora antes de acercarse y a veces ni siquiera se acerca a la persona. Aunque ésta le llame, Rudy no se acerca si no lo ve claro.
Pero esto no parece importarle a muchas personas que unilateralmente deciden interactuar con él, y normalmente lo hacen de la manera más torpe: inclinándose sobre él y alargando las manos para dar las clásicas palmaditas en la cabeza.

Rudy ha aprendido a tener paciencia pero a menudo la gente sobrepasa esos límites y es entonces cuando escucho una frases tipo: "- oye! me ha gruñido!" o "- ¿me está gruñendo por acariciarle?" y yo me veo en la situación incómoda de tener que explicarle a esa persona que no le está gruñendo por acariciarle, sino que lo hace porque está siendo un maleducado.

Los niños lo entienden mucho mejor que los adultos. Aunque también es cierto que a un adulto no siempre es fácil decirle que se está equivocando en algo.

He conocido muchos perros que, como Rudy, toman precauciones antes de acercarse o de interactuar con alguien. Las razones por las que lo hacen son muy diversas. Pero lo que está claro es que todas y cada una de ellas son y han de ser respetadas. Sólo así lograremos un buen entendimiento entre ambas partes.

Cuando me llega un caso de este tipo, lo primero que suelen comentarme en la visita es la diferencia de comportamiento que ven en el perro o en la perra respecto a lo que hace habitualmente. Y no es por nada en concreto, sino más bien por un conjunto de cosas que suelo tener siempre en cuenta. Me gusta cuidar los detalles porque sé que los perros son animales muy sutiles y muy observadores. Y quizá esta actitud me lleva a crear algún tipo de complicidad. No lo se. 
El caso es que cada vez estoy más orgulloso del carácter "gruñón" de Rudy y no por el hecho de que sea desconfiado (porque no lo es), sino por el hecho de exigir respeto y educación. La convivencia con Luna le ha permitido desarrollar estrategias similares y cuando puede, se da media vuelta haciendo un movimiento ninja y se aparta de la situación como hace Luna.

El mensaje que Rudy y muchos otros perros y perras lanzan con esta actitud no es un mensaje violento ni amenazante. Al contrario, es una llamada al respeto. Pero no siempre se interpreta como tal y creo que es una lástima porque nos estan dando lecciones gratis cada día.

Como digo en el título y no me cansaré de repetirlo, acariciar a un perro no es un derecho del ser humano. Es un privilegio que debemos ganarnos y ya no sólo para con los perros los demás, sino que empezando por los que tenemos en casa y aprender con ellos.

Salud!

viernes, 12 de mayo de 2017

Y parece que fue ayer...

Era el año 2007. No recuerdo exactamente la fecha pero debía ser esta época en la que el día se hace largo y el clima es más cálido cuando Luna y yo empezamos nuestra aventura en el mundo de la educación canina (por aquél entonces, "adiestramiento en positivo").

Realizamos juntos nuestro primer curso en un centro canino cercano. El curso se llamaba algo así como "curso de buenos modales caninos" y lo que más me llamó la atención era el hecho de que en ese curso no se gritaba ni se daban tirones del collar. Era un curso de "adiestramiento en positivo", concepto completamente nuevo para mí.
Lo que iba a ser un curso de 8 semanas (2 horas de teoría entre semana y práctica de 1 hora el sábado) terminó siendo un periplo de casi dos años.
Conocí a gente maravillosa y como no, grandes perros y perras. Realicé más cursos y más prácticas en el centro y ese curso de buenos modales se convirtió en una especie de "iniciación" en el fascinante mundo de la educación canina.

En 2009 acudí a una charla gratuita que realizaban en Barcelona. La charla era sobre agresividad canina, la organizaba una asociación que me enamoró por su nombre (Udols) y por su logo y la impartía un tal Santi Vidal, del que yo, pobre muchachito de pueblo, apenas había oído hablar. No había oído hablar de Santi pero ya me había encontrado alguna situación delicada en los domicilios y creí interesante saber más del tema.
Esa charla de un par de horas resultó ser el impulso definitivo que me ha traído hasta hoy. Ahí conocí no sólo a Santi, sino toda una forma de entender la relación humano-perro que me reafirmaba y me animaba a continuar indagando.
Asistir a esa charla me abrió la puerta a otro mundo nuevo. Realicé muchos cursos con Santi. Algunos hasta dos veces porque eran cursos geniales.De esa etapa también me llevo muy buenos recuerdos. Muy buena gente, perros espectaculares y una metodología basada en el respeto.

El siguiente paso fue conocer a Nico. Alguna vez había oído hablar de él, muy vagamente pero con referencias muy buenas.
Me apunté a un seminario suyo en 2010 creo que de lenguaje canino, y volví a sentir la misma sensación  de entusiasmo que en su día había sentido en el primer curso de buenos modales y que luego sentí en la charla de agresividad de Santi.
Un nuevo mundo se abría ante mí y las ganas de conocerlo crecían exponencialmente. Asistí a varios seminarios de Nico para seguir empapándome y aprendiendo y este camino también me llevó a conocer a gente maravillosa con la que he compartido muy buenos momentos.
La participación en el proyecto del cuaderno "Valores y principios de la educación canina" en 2012 fue algo genial que conllevó un trabajo muy chulo. La forma de trabajar, los grupos, las reuniones... la sensación de estar escribiendo una historia distinta, una historia en la que todos y todas los que estábamos allí creíamos (y creemos) firmemente. Fue genial.

Ese proyecto, aunque no hubiese participado, no sólo abrió un nuevo mundo, sinó que lo hizo pisando fuerte, diciendo "estos son nuestros principios y nuestros valores. Nuestra forma de entender la educación canina se basa en esto. Y esto es sólo el principio".

Desde entonces sigo formándome cada vez que tengo oportunidad porque cada vez hay más gente que se anima a plantear cursos, talleres y actividades interesantes. Y en esos cursos no sólo se aprende de perros, sino que además se conoce a personas y se viven experiencias únicas muy chulas.

También yo he impartido cursos y charlas, junto a mi compañera en DGV, Roser Archs (Rous). Además de visitas a domicilio, cursos y charlas, he tenido oportunidad de participar en diferentes eventos caninos. Exhibiciones, ferias, concursos y de hecho hasta hicimos nuestros pinitos en el mundo de la seguridad privada en una unidad canina.

El mundo del olfato canino me fascina desde que Santi me presentara su forma de entenderlo en un curso que hice allá por 2009-2010. Su forma de entender el adiestramiento y la admiración que sentía hacia sus perros y compañeros de trabajo despertaron algo en mí. Ese curso me gustó especialmente y fue uno de los que hice más de una vez. Y no olvidaré nunca un momento muy especial que viví con Togo, uno de sus compañeros perrunos. Sostuve su correa durante unos minutos, mientras él preparaba la zona para hacer un ejercicio práctico en el que yo iba a ser el guía de Togo (???¿¿¿!!!) Recuerdo que estaba nervioso y justo antes de empezar el ejercicio Santi me dijo "llevas un Ferrari tio,trátalo bien". La confianza me permitió entender el mensaje en toda su amplitud. Esa frase quería decir algo así como "llevas al mejor compañero, si él falla es tu culpa. Tenlo claro". Y no se trataba de una amenaza, sinó más bien de un desafío, un reto. Quien conozca a Santi sabrá de lo que hablo.

Como he ido diciendo, estos años me han llevado a conocer a grandes personas, profesionales o no de la educación canina. Y también grandes perros, que han sido mis mayores maestros. 

Pasados estos años me doy cuenta de que he ido quitándome o perdiendo etiquetas por el camino, cosa que me alegra. Empecé queriendo adiestrar a mi perra en positivo y hoy estoy aprendiendo de ella y de toda su especie.
Estoy convencido de que este camino me ha hecho mejor persona en muchos sentidos. No es que crea que fuera mala gente antes ni tampoco creo que sea la mejor persona del mundo hoy. No se trata de eso, Me refiero a la forma de entender las cosas y de gestionar incluso mi vida según unos principios y unos valores muy claros.

He entendido que de poco sirve tratar de enseñar algo en lo que no crees, y los mismos principios que dan base a la educación canina dan base también a mi forma de entender la vida. Mis relaciones sociales, familiares, mi relación con el mundo en general se basa en la empatía, el respeto, la honestidad y la confianza y os puedo asegurar que desde que lo entendí, mi vida ha mejorado mucho.

Quizá no mantengo contacto con todas las personas con las que me he ido cuzando en estos años, pero os puedo asegurar que os tengo muy presente. Porque hay cosas inexplicables en el cerebro humano y concretamente en el mío se dan sucesos tan raros y contradictorios como el hecho de tener muy mala memoria para algunas cosas y en cambio recordar por mucho tiempo a personas especiales que se cruzan en el camino para aportar algo, y que pese a no mantener un contacto desde hace meses o años, ahí están, en un lugar muy concreto y muy accesible de la memoria. Aguardando para cuando nos volvamos a encontrar.

En fin, lo que os decía en el título: parece que fue ayer, pero han pasado ya 10 años. Y lo mejor, lo mejor de todo con diferencia ha sido la compañera perruna y maestra que me ha acompañado y aguantado estos 10 años.
Esta entrada en realidad es para ella, que está aquí echada a mi lado durmiendo. Porque la he metido en situaciones y líos que poco se esperaba ella hace una década y ha salido airosa y con mucha elegancia de todas y cada una de ellas.

Por Luna y por otros 10 años más en esto. 

Desde hace ya casi cuatro años no estamos solos (aunque en realidad nunca lo estuvimos). ya que contamos con la compañía de Rudy en casa y del resto del equipo de DVB: Rous, Ganjah y compañía.

A tod@s muchas gracias por esta década, por todo lo que me habéis aportado y sobretodo, por todo lo que nos queda por recorrer!

Salud!

sábado, 29 de abril de 2017

El passeig urbà i la vida social amb corretja

Dissabte que ve passarem una bona a Vilanova passejant i explicant quines son les coses més importants a tenir en compte alhora de passejar amb el nostre company o companya de cuatre potes.
Els passejos urbans poden ser igual d'enriquidors que els que fem per la muntanya o per la platja, però hem de saber com enfocar diferents situacions que se'ns poden prensentar i gestionar-les adequadament.

domingo, 2 de abril de 2017

Vuelve Filosofia DVB

Con un poco de retraso, aquí llega lo que prometí: Filosofía DogVille Beach regresa! Lo que empezó siendo una colaboración semanal en un programa de radio y que resultó una experiencia muy enriquecedora, ahora la hemos "transformado" en una serie de vídeos.

En ellos compartiremos paseos, dudas, reflexiones, entornos... y seguiremos haciendo llegar nuestra forma de entender la educación canina por las ondas (antes de radio, ahora de wifi jeje).
En fin, os dejo con el vídeo y ya me decís lo que os parece :)

Dale al play! :D

(o entra en este enlace si no puedes reproducir el vídeo)

martes, 14 de marzo de 2017

Cuando un perro ataca a una persona...

"La intensa atención que los medios de comunicación prestan a los fatales ataques de los perros, aparentemente sin provocación previa, dan la falsa y exagerada impresión de que los perros suponen un gran riesgo."
del libro "Niños, niñas y perros"

"La noche empezaba a cerrarse, pero los investigadores ya tenían claro que los animales podrían ser perros, de razas potencialmente peligrosas, ya que en esas zonas no existen depredadores salvajes capaces de causar la muerte a humanos." Esto es solo el principio. El artículo continúa con perlas del estilo: "Los perros de razas potencialmente peligrosas, como en este caso la raza "pitbull", al no ser razas puras pueden carecer de un carácter equilibrado y si no están suficientemente entrenados pueden convertirse en perros muy agresivos, capaces de causar heridas mortales a las personas."
Esto está publicado en la web de El Mundo. Pero no es hacia el artículo en sí hacia donde me gustaría poner el foco en esta entrada. Me gustaría que ampliásemos el zoom o radio de ese foco. Porque este artículo es sólo una pequeña muestra (una de las más recientes) del tipo de noticias que podemos leer, escuchar y ver en los grandes medios de comunicación.
En el fragmento que he escogido para empezar la entrada, Kendal Sheperd habla de "intensa atención" para referirse al comportamiento de la prensa en situaciones dramáticas de incidentes entre perros y personas. Yo añadiría lo tóxica, perjudicial y dañina que resulta este tipo de atención para el mundo del perro.
Los estereotipos están a la orden del día y frases como "atacó sin avisar" o "se volvió loco" suelen ser tan falsas como habituales. La gente que comparte su vida con un perro de los estigmatizados como "perros potencialmente peligrosos" se sienten como delincuentes por alimentar y cuidar a un animal que podría acabar con él o con cualquiera de nosotros de un momento a otro. Conozco bien esa sensación. Te miran como a un loco cuando acercas tu cara a la de Thor, un precioso dogo argentino, casi como si fueras el domador de un circo que mete la cabeza en la boca del león o del cocodrilo. Al segundo siguiente, Thor responde con uno de sus fantásticos lametones y esa persona que observaba preocupada suspira ya más relajada. Tu sonríes y disfrutas.
Podría contar muchas historias para romper una lanza en favor de esos perros a los que me niego a denominar como "peligrosos", pero no creo que sea el lugar para hacerlo. Pero invito a cualquier persona a tratarlos como a todos los demás. Independientemente de la raza, del tamaño de su cola.... Respetar al animal es la base para que situaciones como las que se narran estos artículos no sucedan.
Pero es innegable, por otra parte, que la criminalización y estigmatización de determinadas razas supone un atraso social que sólo alimenta el problema. Limitar la libertad de estos perros les supone, a menudo, un grave problema social para ellos y para sus acompañantes humanos a la hora de relacionarse con otros perros en el parque y en la calle. Las correas extremadamente cortas, los bozales, los collares de ahogo... son herramientas nada eficaces en la educación del perro.
Todo esto sumado al hecho de que las peleas de perros siguen siendo un negocio, por mucho que cueste de entender, y que las autoridades siguen permitiendo la cría ilegal e irresponsable, hace que el mundo de los perros de presa parezca algo casi demoníaco.

En este país la prensa, en muchas ocasiones casi sin información o con información sin contrastar, da rienda suelta a su creatividad inventando historias con titulares jugosos que atraigan muchos lectores y poco o nada le importa dejar a su paso una serie de disparates mediáticos si eso atrae más clics en su web.
Y lo más triste es que normalmente, la actuación de las autoridades en este tipo de casos siempre suele terminar de la misma forma para sus protagonistas caninos: la muerte. Desconozco si existe algún tipo de protocolo para evaluar a los animales en este tipo de caso pero me encantaría saberlo. Y de existir, que me parecería lo lógico en una sociedad civilizada, me gustaría saber los detalles de dicho protocolo. Pero me extraña mucho que en unas pocas horas de tiempo a valorar a un animal de manera objetiva y decidir que éste ha perdido totalmente su derecho a la vida. Hay que resaltar siempre que en los casos raros, muy raros, en los que un perro puede atacar a una persona, siempre siempre la responsabilidad será de un humano. Algo muy malo durante mucho tiempo le han hecho a esos perros para que ataquen a una persona que se cruza en su camino. Y no sólo en este caso en concreto. En todos. Y aún así eso no les hace incompatibles con la vida. En su gran mayoría son perros recuperables emocionalmente hablando. Una terapia apropiada podría ayudar a esos perros a "reinsertarse" en la sociedad. Pero claro, para ello harían falta muchos más medios y recursos, y al final, no nos engañemos, la gran mayoría de la sociedad de este país dormirá más tranquila esa noche sabiendo que los 5 perros que mataron a una persona ya están muertos.Al día siguiente, cuando vean a su vecino paseando a su dogo argentino, le mirarán distinto. Así es mejor para todos ¿no? bueno, menos para los perros claro. Siglos y siglos después, seguimos haciendo caso ciego a ese refrán tan español que dice "muerto el perro, se acabó la rabia.". Esa es la rabia del perro en el s. XXI.

Esta entrada la inspiró una nota de prensa que hace unas semanas publicó Obertament, una agrupación que lucha contra la estigmatización de las enfermedades mentales y de los enfermos mentales. Salvando todas las distancias, y sin haber sucedido los hechos acaecidos en Alicante, la agrupación hizo un comunicado en protesta tomando como referencia una notícia de un conductor que detuvieron conduciendo un camión de bombonas de gas robado. La prensa, poco después de suceder la noticia del conductor, empezó a emplear términos que señalaban claramente la enfermedad mental como motivo principal de lo sucedido. En pocas horas se supo que nada había de cierto en ello y la organización Obertament publicó la nota de prensa.

Viendo cómo suceden estas cosas a uno le hacen plantearse seriamente el tipo de sociedad que estamos construyendo. Pero entonces miro a Luna o a Rudy, que no andan lejos, y se me pasa el mal humor. Porque ellos para mí representan algo así como mis valores y mis principios. Nos demostramos cada día que una sociedad basada en el respeto es posible. Aunque sea una sociedad de tres ;)

Salud y hasta la próxima!