El juego es una actividad muy especial para nuestro perro, y debería serlo para nosotros. Compartir un rato jugando con nuestro perro puede llegar a ser uno de los "rituales" más peculiares. Y ello lo convierte, para mí, en uno de los momentos más fascinantes. En el juego podemos encontrar muchas variaciones. Casi tantas como perros hay en el mundo. Hay perros que les encantan unos juegos y perros que prefieren otros tipos.
Posiblemente una de las grandes diferencias que podemos encontrar cuando hablamos de juegos es la intervención humana. El ser humano llega casi a rozar la obsesión si miramos casos extremos de personas que hacen del juego una necesidad casi vital para el perro. A veces no somos conscientes de que el perro crece rápido. Años de selección han querido que los perros conserven ciertos rasgos y actitudes de juventud durante su vida, pero eso no implica que a un perro le guste el mismo juego durante toda su vida.
El juego es algo muy importante durante la juventud. Forma parte de una etapa mediante la cual aprenden una serie de herramientas sociales para poder relacionarse con el entorno. Corren, juegan, muerden, simulan peleas... es necesario que a los perros jóvenes se les permita relacionarse de manera segura con su entorno. Pero precisamente es una de las etapas en las que los propietarios describen a sus perros como "incontrolables", "desobedientes", o "desvocados". La parte buena de esto es que muchos propietarios entienden, una vez explicadas las necesidades del cachorrón, que impedirle ese contacto social puede llegar a ser contraproducente. La parte mala es que aún así, algunos propietarios se dan cuenta de "la que se les viene encima". Esto no deja de ser fruto de la desinformación que hay sobre lo que realmente es un perro, y es una de las causas por las que muchos perros acaban en protectoras o casas de acogida.
Una amiga me dijo hace poco una gran frase que decía algo así como que todos los propietarios en sus cabezas tienen a un moloso, pero en su corazón tienen otros perros. Es decir, que muchos propietarios, cuando piensan en su vida ideal con un perro, coincidirían en que quieren un perro tranquilo, equilibrado, que se tumbe cerca suyo... pero cuando les hablas de "estética" o "modas" entran las dudas: tamaño, raza, color, edad, sexo...
Volviendo al juego en sí, me gustaría acabar hablando de la intervención humana en el juego. Cuando he dicho que el juego forma parte de una etapa de la vida del perro, quería decir también por omisión que durante gran parte de la vida de un perro, el juego pasa a ser algo más secundario. Cuando un perro crece y madura, el juego pasa a ser algo más puntual y concreto para algunas situaciones. Diría que sigue teniendo una función social, pero a menudo distinta a la de cuando eran jóvenes. Cuando un perro adulto juega es provable que sea para tranquilizar una situación. Ya sea por ser una situación tensa, peligrosa o por ser una situación que tiende a descontrolarse entre perros jóvenes.
En cambio, es bastante común ver a propietarios de perros adultos jugando con sus perros. Por eso decía al principio que es una actividad que me fascina. Es quizá una de las mejores oportunidades que los perros nos brindan para comunicarnos con ellos, llegando a rozar la sincronía de movimientos. Miradas, gestos, incluso respiraciones pasan a ser detalles muy importantes cuando estamos jugando con nuestro perro. Pese a la diferencia de morfología evidente, podemos llegar a jugar, perseguir o buscar algo con nuestro perro y compartir gratificantes momentos que, además de enriquecernos, harán que nuestra relación con los perros sea mucho mejor.
Pensemos en compartir una actividad en lugar de "buscarle un entretenimiento". Quizá acertemos más con el juego y disfrutemos más los dos. Otro día hablaré de juguetes y si se tercia, un poco más sobre el juego. Porque el tema creo que da mucho de sí y es uno de mis preferidos.
Para los que tengáis curiosidad y queráis escucharme hablar sobre esto y practicar divertidos juegos con vuestros perros, el sábado 8 de diciembre, junto a Manel Roig, hacemos una charla-taller llamada "Jocs i educaicó" sobre los juegos en la educación canina (beneficios del juego, tipos de juego, juegutes...). Será en un restaurante chulísimo de El Vendrell que se llama Ca l'Alegría. Con ese nombre y hablando de juegos... ¡nos lo vamos a pasar genial!