miércoles, 23 de enero de 2013

Interferencias en la correa

Muchos hemos experimentado de cerca los notables beneficios de utilizar una correa larga (de unos 3 metros como mínimo) para pasear con nuestros perros. Es como si de repente el perro ya no tuviera necesidad de tirar de la correa. Los paseos se hacen más agradables para ambas partes: el perro puede hacer de perro y el humano no tiene la necesidad (ni la posibilidad) de intervenir en muchas ocasiones. El perro goza de mucha más libertad de movimientos y no nos tiene que "pedir permiso" constantemente para hacer una cosa u otra. 
 
Hay muchos más beneficios. Podría hacer una entrada entera hablando únicamente de los beneficios de la correa larga. Pero creo que es algo que cada uno debe experimentar en primera persona, porque los cambios son distintos según el individuo. Yo tengo dos perras y ambas se comportan de manera muy distinta con la correa larga. Os invito a que probéis a pasear a vuestros perros con correas bien largas y observéis los cambios. Podemos hacer correas totalmente personalizadas en casa comprando la correa que más nos guste (yo utilizo cuerda de escalada porque cuesta más que se hagan nudos, que se enganche en algún sitio y no se rompe. además hay distintos grosores, lo que nos permite tener la correa perfecta en longitud y grosor) y un mosquetón en alguna ferretería (cuestan aproximadamente un euro).
Pero como he dicho, hoy no voy a hablar de los beneficios ni de cómo fabricar una correa larga. Voy un paso más allá y hablaré sobre lo que sucede cuando no manejamos bien esa correa.

Hay que entender que la correa, sea de la medida que sea, es un instrumento de comunicación. Algo similar a aquello de los dos yogures atados con una cuerdecita que de pequeños nos hacía las veces de teléfono. El funcionamiento de la correa no está muy alejado del experimento de los yogures. Cuando ponemos una correa a nuestro perro estamos convirtiendo al perro en receptor de lo que nosotros le trasmitamos. El problema es que no siempre somos conscientes de esto, y de hecho, aun siéndolo, no creo que nadie sea capaz de controlar al 100% lo que le trasmite a su perro por la correa. 

Cuando la correa está totalmente tensa, la información que recibe el perro tiende a ponerle "en guardia", a activarlo. No digo necesariamente que sea algo malo. Simplemente es algo a tener en cuenta. Por ejemplo: un perro ve un gato, tensa la correa al máximo y se queda ahí, mirando fijamente al felino. Si nosotros hacemos algún movimiento al otro lado de la correa, es muy probable que el perro ladre, gimotee o intente llegar un par de pasos más allá. En definitiva, estamos "activando" al perro.

Cuando la correa está tensa, la información transmitida es muy directa. Pero... ¿qué pasa cuando la correa va arrastrándose por el suelo?

Estos casos son menos llamativos. Cuando un perro "sabe" (está habituado a...) pasear con correa larga, se produce el milagro: el perro no tira de la correa, huele mucho más las cosas, va más tranquilo, no se activa cuando le ladran otros perros, parece no tener prisa y en ocasiones camina muy cerca nuestro (pese a que la correa le permite irse a 4 metros). Hasta aquí todo bien, pero este es sólo el primer paso. Cuando el perro camina cerca nuestro, debemos procurar que la correa no toque el suelo. No arrastremos la correa. Lo ideal es mantener una "tensión" lo suficientemente alta como para que no arrastre y lo suficientemente floja como para que no suponga una incomodidad para el perro. Esto se empieza a complicar ¿no? Ahora ya no es coger una correa larga y a pasear. Ahora hay que estar atentos a la correa. No puede ir ni muy tensa ni muy floja. Os advierto que para hacer esto de manera cómoda no queda otra que practicar. Con el tiempo desarrollamos destreza para todo tipo de cosas, incluso para dar y recoger correa.

¿Por qué debo recoger la correa? A mi no me molesta que se arrastre por el suelo, o que se ensucie y se moje. Al fin y al cabo, es una correa...
Bien, no se trata de algo estético o higiénico. Tampoco pretendo que la incomodidad de recoger y dar correa sea gratuita. Tiene un sentido mucho más práctico. Cuando la correa va por el suelo podríamos decir que lo que le transmitimos al perro es "sonido blanco" (ese ruido que hace la radio cuando no hay ninguna emisora sintonizada, ese Ssshshhshshhhh tan característico). Y eso me lleva a una reflexión: 
¿cómo diablos puede un perro pasear más tranquilo si le transmitimos eso, que a nosotros llega a resultarnos desagradable y odioso? 

La respuesta es bastante sencilla. Pensemos que sólo tenemos una TV en casa. Esa TV no se puede apagar y sólo sintoniza un canal. Ese canal es Intereconomía. Nadie nos ha explicado cómo se sintonizan los otros canales y el manual de instrucciones está en chino mandarín. No podemos apagar la tele de ningún modo ni quitarle el volumen... ¿verdad que en una situación así agradeceríamos que de repente se fuera la imagen y se volviera todo gris (como antiguamente, antes del TDT)? El sonido blanco nos parecería incluso una bonita melodía.
 
Pues algo parecido les debe pasar a los perros con la correa. Arrastrar la correa por el suelo es un mal menor que pueden soportar perfectamente. Si nos paramos a pensar, el que ha conseguido por méritos propios des-sintonizar intereconomía (trasteando los menús de la tele, dando golpes, probando los botones al azar...), primero disfrutará del éxito y luego intentará sintonizar otro canal. Quién no ha hecho nada por cambiar esa situación, se dará con un canto en los dientes por haber perdido de vista el maldito canal.

En general, creo que la inmensa mayoría de los perros han intentado convencer a sus propietarios para que cambiaran el canal. Pero ha pasado tanto tiempo y en medio han pasado tantas cosas, que cuando el propietario por fin se decide a cambiar el canal y hacerse con una correa larga el perro ya no tiene la misma motivación, y se conforma con eso. Como he dicho, eso es sólo el principio. Con el paso de los días y de las semanas, el perro empezará a darse cuenta de que puede sintonizar algún otro canal, o como mínimo, considerará que vale la pena intentarlo. Es entonces cuando nosotros entramos en juego. Debemos darle esa posibilidad. Debemos crear en el perro la sensación de que paseamos en equipo, y que la correa es un excelente instrumento de comunicación para ambos. Es a partir de ese momento que surge la magia. Paseos enriquecedores, negociaciones constantes que me atrevería a decir que son casi conversaciones. Pese a que el perro no hable y apenas nos mire podemos estar seguros de que la correa, si mantenemos la tensión adecuada, le transmitirá en todo momento la información que queremos y como queremos.
 
Sólo es necesario un poco de paciencia y práctica. Vuestros perros perdonarán todos los errores que cometais en el proceso, lo digo por experiencia. A día de hoy, todavía siguen enseñándome cosas. Diariamente aprendo algo cuando salgo a pasear, y eso es algo que deben notar. Como dice una frase anónima: errar es cosa de humanos, perdonar es cosa de perros.

Dicho todo esto, os invito a que probéis a pasear con correa larga (los que no lo hacíais) y a los que ya lo estabais haciendo, os invito a que estéis atentos a la correa para que la comunicación no sufra demasiadas interferencias ;) un abrazo a tod@s

6 comentarios:

  1. Pasear a mi perro ha sido siempre una pesadilla... aún está cachorro ( no cumple el año sino hasta marzo), pero siempre que ve la correa se emociona demasiado y en la calle solo quiere estar corriendo! Por eso mantiene la correa siempre tensa y no se cómo evitar esa situación sino halándolo hacia mí, lo que pareciera alterarlo más :/
    Hace un par de meses que decidí no sacarlo a pasear más porque no solo me dejaba agotada, sino que se hacía sumamente complicado poder estar en paz con él en la calle. Además que acá en Venezuela no hay ningún tipo de control con los perros de calle y no solo ha tenido momentos de "encuentros violentos" (los perros buscan atacarlo), sino que siempre que salgo a caminar por mi calle llega con algunas garrapatas, así que decidí no sacarlo más :(
    Me da pesar porque sé que él necesita desahogar su energía, y sé que es por eso que en cuanto ve la correa se vuelve loco de la ansiedad, pero no sé qué hacer con él... Imposible controlarlo con correa :(
    Es un Schnauzer Standard negro precioso :P

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola,
      lo que explicas es relativamente frecuente. más de lo que nos podemos llegar a imaginar. Cuando un perro es joven o cachorro no está muy por la labor de pasear. por lo menos, de pasear tal y como lo entendemos los humanos. Ellos durante los primeros meses de vida necesitan conocer, jugar, saltar... y la correa impide todo eso. Antes de que el perro llegue a ser adulto, necesita aprender una serie de cosas y desarrollarlas. Necesitan jugar y conocer a otros perros de distintas edades para poder aprender habilidades sociales. Habilidades que si no se desarrollan de manera adecuada, acaban por meter al perro en situaciones incómodas y embarazosas de las que difícilmente podrá salir por sus propios medios. Llegados a este punto, un perro adulto que no ha desarrollado las habilidades sociales correctamente se ganará etiquetas como "agresivo", "follonero", "dominante", "hiperactivo"... etc y muy probablemente acabe en alguna protectora o en la calle.
      Mi propuesta pasa por dejar al perro desarrollar sus habilidades y fomentar el aprendizaje de los códigos de comunicación que entre ellos tienen.
      Lo que dices de los "encuentros violentos" es también, por desgracia, algo bastante extendido. La función que hago yo en algunos paseos con mis perras es la de "pastor". Controlo el entorno, evito contactos potencialmente peligrosos y hago lo posible para que ellas solo se tengan que preocupar de ser perras. Pero hay que aceptar que "ser perras" implica en ocasiones alguna que otra bronca con perros (o gatos). Y mi trabajo en esas situaciones es interior: he aprendido a mantener la calma mientras mis perras se "pelean" con otros. ¿como lo he conseguido? pues a base de ver que si yo o cualquier humano no intervenimos, las peleas no duran más de 5 o 10 segundos, y en un grandísimo número de ocasiones, acaban en nada (babas por el pelo y listos).
      en cuanto a las garrapatas... pipeta cada dos o tres meses (dependiendo de la estación del año), collar y revisiones periódicas. también es algo que tenemos en este lado del charco. Un consejo: para vencer a las garrapatas, mejor estar informados. Al conocerlas, también conoceremos sus puntos débiles y eso facilitará que nuestros perros estén sanos y limpios de garrapatas. El tipo de pelo del perro, el rato que lleven en el perro, el clima, la zona... todo son datos que podemos utilizar a nuestro favor ;)
      un saludo y un abrazo fuerte hasta Venezuela
      :)

      Eliminar
  2. Manconca: ¡No dejes de pasear a tu perro! Ellos necesitan hacer ejercicio, tomar sol y socializar. Si no lo sacas su comportamiento será peor. Si es cachorro puedes buscar a un adiestrador canino para que lo enseñe a controlarse durante el paseo.
    ¿Garrapatas? Pues es normal y de sencilla solución: una pipeta cada dos meses y un collar antipulgas, además de una revisión después del paseo.

    NECESITA gastar su energía y necesita socializar con otros perro y con personas.
    Busca ayuda de un adiestrador.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Eriniand,
      totalmente de acuerdo con lo que dices de que si un perro no pasea, su comportamiento en casa empeore. pero es bastante más complejo que eso. El exceso de actividad física inducida por los humanos también provocan un empeoramiento del comportamiento del perro. En realidad, lo que un perro necesita en cuanto a estimulación física y mental es bastante "abstracto". Es decir, no hay una regla fija para ello. Pero sí es muy cierto que los perros necesitan socializarse con todo tipo de estímulos (seres vivos, objetos inertes y estímulos de todo tipo). Y la mejor etapa para hacerlo es en su vida de cachorros y en la juventud. La socialización dura toda la vida (como en los humanos) pero durante los primeros meses e incluso años, es vital.
      Respecto a lo de buscar un adiestrador para que enseñe al cachorro, yo no soy muy partidario de eso. No conozco demasiado como está el tema de la educación canina por las tierras de Mancoca, pero durante los dos primeros años de vida, un perro no debe someterse a exigencias de ningún tipo (obediencias, órdenes...). Luego, cuando el perro madure le podremos enseñar todo lo que queramos, pero hasta entonces, lo ideal es que aprenda a ser perro :)

      Eliminar
  3. Yo creo 100% lo que dices por propia experiencia los resultados son impresionantes!

    ResponderEliminar
  4. Albert, muchas gracias por todos tus comentarios, llenos de experiencia y de una "gran manera de ver al perro". Con esta manera de convivir con el perro, aprendemos a observarlo y a satisfacer sus necesidades, a la vez que nosotros vivimos más relajados con ellos, y por tanto podemos tener una convivencia más saludable humano-perro.

    Como veterinaria natural es un placer "tenerte cerca" para poder pasar tus consejos y los consejos de educadores como tú a las personas que se preocupan por sus perris. Gracias por estar ahí, seguid adelante!

    ResponderEliminar