jueves, 1 de septiembre de 2016

5 razones para pasear con tu perro por la montaña.

¿Problemas en los paseos con tu perro? Ladridos, tirones, miedos, tensiones, "broncas"... ¿son compañeros habituales en vuestras salidas? Si es el caso quizá esta entrada te pueda aportar un punto de vista nuevo y diferente. Y si no es el caso, si vuestros paseos son agradables y apacibles, genial, pero aún así creo que también puede resultar de interés la lectura porque quizá te aporte algo que contribuya a mejorar la relación que mantienes con tu compañero o compañera.

Sin extenderme más, allá van:

1. Una realidad comprensible.
Los estímulos que encontrará tu compañero o compañera en la montaña serán estímulos naturales, mucho más previsibles y asumibles que los estímulos que habitualmente aparecen en sus paseos urbanos (ruidos, sirenas, movimientos rápidos...). Esto es fantástico para aquellos perros que viven enfrentados o atemorizados por su entorno urbano habitual. Incluso para aquellos que ni siquiera lo comprenden.
Además, la riqueza de olores y aromas que ofrece la naturaleza le permitirá relajarse y desarrollar una de sus principales herramientas anti-estres y le brindará una oportunidad genial para profundizar y conocer su mejor sentido: el olfato. 

2. No hay correas que valgan.
Ir a la montaña a pasear implica cierto grado de libertad y confianza "extra". Es absurdo ir a pasear por la montaña con nuestro perro sujeto de la correa exceptuando aquellos casos en los que el "riesgo de fuga" es tal que no queda otra alternativa.
Si aceptamos el reto de confiar en nuestro compañero o compañera muy probablemente nos demos cuenta de cosas que no sabíamos y en muchas ocasiones nos sorprenderá la manera de hacer o de actuar de nuestro compañero o compañera.
Eligiendo este camino estaremos ayudando y propiciando que nuestro amigo desarrolle confianza, seguridad en sí mismo y en los demás y obviamente irá construyendo su propio criterio en muchos aspectos de su vida.

3. El terreno: Un gimnasio natural.
Salir a la montaña de forma habitual es quizá el mejor ejercicio que puede hacer un perro. Seguramente sea el más completo y lo que sí es 100% seguro es que es la actividad más natural que podemos compartir con nuestros compañeros y compañeras.
Pero además de mantenerles en forma, la montaña también mejora la motricidad de nuestros compañeros y con ello también aumenta la confianza y la seguridad del propio animal.
De hecho, la propia morfología del perro está "diseñada" para caminar por todo tipo de terrenos, pero probablemente los terrenos planos, las escaleras y las rampas no sean los más idóneos para un pequeño 4x4 natural como es el perro.

4. El terreno: Temperatura y texturas más apropiadas.
Además de lo comentado en el punto anterior sobre el terreno, hay que añadirle un par de cosas más, por eso lo he hecho a parte.
En primer lugar hay que tener en cuenta que los perros regulan su temperatura corporal, en gran parte, por sus almohadillas. No sudan por todo el cuerpo como los humanos sino que lo hacen por la lengua y las almohadillas.
Ahora pensemos en la temperatura que debe tener el cemento de nuestras aceras a ciertas horas del día (y sobretodo de la tarde). Ese suelo que lleva recibiendo el Sol durante varias horas es el que pisaremos con nuestro compañero o compañera, cosa que no aliviará la ya acusada sensación de calor que tienen muchos perros al salir a pasear.
La textura abrasiva del asfalto de nuestras calles o del cemento de las aceras tampoco contribuirá demasiado para hacer que nuestro amigo se sienta bien paseando por la acera.
Por contra, el suelo natural de arena, piedras, rocas y plantas absorbe la luz en lugar de almacenarla y concentrarla. La montaña aliviará la sensación sofocante de la ciudad tanto mental como físicamente. Cabe la posibilidad de encontrar charcos en los que refrescarse o riachuelos. También los hay que prefieren escarbar un hoyo hasta dar con arena más húmeda y fresca.
Pero no es una cuestión menor si tenemos en cuenta que la sensación de calor sofocante afectará al humor de nuestro compañero o compañera y por lo tanto a su estado anímico y a sus reacciones con el entorno.

5. Mejora el vínculo.
Si de algo podemos estar convencidos es de que las salidas a la montaña mejoran en muchos aspectos la relación que mantenemos con nuestros compañeros. Nos conocemos más, nos desarrollamos individual y colectivamente y fortalecemos ese vínculo inquebrantable que nos une.

Como he dicho al principio, hay muchas más razones. Muchos más "añadidos" y matices pero creo que estas 5 deberían ser suficientes para ver las cosas de forma un poco distinta.

Salud!

3 comentarios:

  1. Hola. Tengo una duda, ¿en la montaña esta permitido llevar al perro suelto? No me queda claro lo que pone en el boletín oficial de mi comunidad: "En las vías públicas y los espacios naturales protegidos los animales deben ir atados y provistos de cadena, correa o cualquier otro dispositivo homologado. Los perros deben ir siempre atados, con collar; además, los de raza peligrosa o potencialmente peligrosa, con bozal, collar y cadena o correa no extensible de 2 metros como máximo."

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  2. El perro puede ir suelto por la montaña siempre que no sea parque natural o espacio protegido, cuando entras en este tipo de entornos hay múltiples carteles que te lo indican, a disfrutar!

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    1. No conozco la normativa exacta de cada comunidad. Aquí en Catalunya puede ir el perro suelto por la montaña. Me imagino que en la mayoría de lugares será igual.
      Otra cosa son espacios protegidos y vía pública, donde hasta las ordenanzas municipales dicen lo que hay y lo que no hay que hacer.
      Pero más allá de normas y leyes, creo que es labor nuestra buscar lugares en los que nuestros compañeros puedan moverse libremente para así crecer.
      saludos!

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