Cuando nos planteamos compartir nuestra vida con un perro estamos abriendo una puerta en nuestras vidas que nos permitirá crecer como personas. Nuevas experiencias, nuevos retos, nuevas amistades y multitud de sucesos anecdóticos que no se experimentarán jamas si no se cruza esa puerta.
Pero por desgracia, hay mucha desinformación y/o información tóxica alrededor de nuestros amigos peludos. En mi caso me referiré exclusivamente a los perros pero me atrevería a asegurar que esto sucede con gran parte de los animales que nos rodean. Muchos mitos y leyendas urbanas se amontonan en la sabiduría popular que parece haber sobre los perros. En muchas ocasiones estos mitos son incompatibles unos con otros y contradicen otros que proceden de la misma sabiduría popular. Pero eso no parece importar demasiado.
En realidad no ha costado muchos años inculcar el concepto de perro que tenemos hoy en día (simplista y erróneo bajo mi parecer), lo cual me hace pensar que no debe ser muy difícil cambiar ese concepto por uno más acorde con la realidad.
Someter al perro a una educación basada únicamente en nuestro criterio y experiencia me parece un gran error por nuestra parte. Si andamos todo el tiempo diciendo qué ha de hacer y qué no ha de hacer no estamos educando, sino adiestrando. Y ese adiestramiento requiere de un mantenimiento diario. Solo hay que pensar en el carné de conducir, quien lo tenga. Durante un tiempo nos adiestran para conducir un coche y pese a que muchos practicamos a diario, una buena parte de la info se nos queda atrás. Recordamos las cosas básicas para poder manejarnos con relativa seguridad en nuestro día a día pero todo lo demás se va olvidando.
Quiero decir con esto que adiestrar a nuestro perro para que sea "educado" no es quizá el peor de los caminos, pero no creo que sea ni el mejor, ni el mas corto y, lo mas importante, no me parece en absoluto el mas natural. Ellos no tienen que aprender a conducirse. Son perros desde que nacen y lo único que debemos hacer es orientarles en ciertos puntos de nuestra vida. El entorno, las rutinas de trabajo, los desplazamientos en coche, pasear con correa... No creo que haya muchas más cosas en las que debamos intervenir. Ellos harán el resto.
Hablar de obediencia me parece infravalorar al perro. A veces hasta puntos exagerados. Asumimos que han de obedecernos porque no confiamos en su criterio y damos por hecho que el nuestro es el bueno. Probablemente tengamos nuestras razones para no confiar en su criterio, probablemente no, pero con demasiada frecuencia el criterio humano es peor que el criterio perruno, y mantener una situación bajo control (que es lo que pretende el adiestramiento) no es siempre la mejor solución ni la única.
He visto muchos perros que "bajo control" son tan obedientes como robots, y he visto esos mismos perros descontrolarse por completo en medio segundo al ver un estímulo mas potente. Y cuando digo "por completo" me refiero a situaciones realmente preocupantes porque, al fin y al cabo, no hay nada peor para un adiestrador que perder el control de su adiestrado y ser consciente de lo frágil que es la leal obediencia de su mejor amigo... Es entonces cuando se grita, se insulta y se maldice en ocasiones al perro por no obedecer. Todo eso hace que el perro todavía "obedezca" menos y así hasta construir una agradable relación de amistad y confianza...
Dicho todo esto quería invitaros a seguir los próximos eventos de DogVille Beach en los que pondremos en practica talleres y haremos charlas para ver cómo podemos mejorar la convivencia con nuestros amigos perrunos. Basándonos en la observación y el respeto aprenderemos a manejar una correa de manera cómoda para todos, a realizar paseos relajantes y a disfrutar de distintas actividades para hacer juntos.
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