jueves, 28 de abril de 2016

4 cosas sobre los perros

A veces se crean malentendidos por simple desconocimiento o por no tener la información apropiada. Esos malentendidos provocan situaciones incómodas, desagradables y entonces surgen los problemas.
En educación canina esos problemas se traducen en paseos engorrosos, ladridos, tirones... y la mayoría de esos problemas son causados por simple desconocimiento. La persona que asimila la información que le proporcionamos y la aplica en la relación con su perro ve cómo esos problemas desaparecen.

Y es que creo que pese a que vivimos en la era de la comunicación y que tenemos acceso a muchísima información de casi cualquier tema, en muchas, muchísimas ocasiones la información que se nos proporciona no es la adecuada.
En cuanto a perros creo que todavía hay mucho mito y mucha leyenda. Sus orígenes y procedencia aún hoy en día no son claros, ya que todo son teorías que se basan en yacimientos y restos arqueológicos. Y prácticamente cada día hay nuevos hallazgos.

Pero aún sin tener claro el origen en el tiempo y en su relación con el ser humano, sí sabemos otras muchas cosas que deberían bastarnos para comprender mejor a nuestros compañeros y así mantener una relación más sana.
Quizá no haya que saber muchas cosas para entenderlos mejor. Yo creo que deberíamos ir a lo básico y fundamental. Con el siguiente esquema lo resumo:


En primer lugar hay que ver al perro como lo que es: un animal. Sí. Aunque parezca una broma, hay que empezar por aquí. Y luego podemos combinar la palabra "animal" con cualquiera de las cuatro de la derecha. Da igual el orden. Cualquier combinación será correcta porque el perro es todo eso. Nos guste o no, el perro es un mamífero, es un animal social, es cazador y es carroñero. Y todo a la vez. Esa es gran parte de su naturaleza.

Esto implica unas necesidades propias de cada característica. Lógicamente en cada perro las necesidades variarán y serán distintas, pero se moverán entorno a estos cuatro pilares.

Como mamífero, el perro NECESITA convivir y criarse con su madre. Principalmente por lo más evidente: la lactancia. Pero también por otras muchas cosas que van más allá de lo puramente fisiológico. Es vital que un cachorro conviva los primeros meses junto a su madre y hermanas. Si tenemos en cuenta que el destete natural se da aproximadamente a los 3 meses, ¿qué diablos hacemos quitándole los cachorros a la madre con apenas 8 semanas? Y eso en el mejor de los casos... No podemos ni imaginar lo traumático que puede llegar a resultar algo así tanto para la madre como para los cachorros. Añadamos al carro un viaje en transportín o jaula. Después de romper el vinculo con su madre, pretendemos que el cachorro se adapte como por arte de magia al mundo humano y empezamos a exigirle cosas: no muerdas cosas, no te hagas pipi aquí, no le temas a las motos que hacen ruido, no le ladres a las cosas que te asustan... este tipo de cosas suelen suceder y ello nos lleva a los primeros problemas.

Luego, como animal social, los perros necesitan de una interacción con sus semejantes. Una interacción no guiada ni teledirigida, sino mucho más libre y quizá supervisada en algún caso.
Tanto en sus etapas más tempranas (cachorro, "adolescente"...) como en las más maduras, el perro tiene por naturaleza una serie de necesidades que sólo otros perros sabrán cómo gestionar. Las necesidades son distintas en cada etapa de su vida y están dirigidas sobretodo a la adquisición y asimilación de habilidades sociales. Esos juegos de mordisqueo de cachorros, esas carreras de jóvenes que parecen no agotar nunca sus fuerzas y también juegos de miradas cómplices de los abueletes... hay tantos matices y tanta riqueza en su lenguaje que casi cualquier intervención humana puede entorpecer (y entorpece) el correcto desarrollo del perro como animal social.

Y finalmente, quizá las características más "problemáticas" (en cuanto a que generan más problemas de convivencia) sean las de cazador y carroñero. La primera en un principio casi que hasta mola y todo. Tiene un punto romántico si se quiere ver. Pero la segunda no suele gustar tanto. Cuando una persona me dice que su perro come cosas del suelo, o cuando alguien me comenta lo lejos que se fue su perro persiguiendo a un gato, no puedo dejar de pensar en lo lógico que resulta si tenemos en cuenta estas características del perro.

Si sabemos cómo cubrir esas necesidades de forma apropiada, el desarrollo del perro tendrá lugar de forma mucho más completo y disfrutaremos ambas partes de una relación y una convivencia muy enriquecedoras.

Evidentemente una persona con la información apropiada puede actuar de muchas formas para solucionar problemáticas que tengan que ver con estas características, con estos cuatro pilares fundamentales de su naturaleza. Creo que esa es la tarea del educador. 
No sirve de mucho "adiestrar" a un perro si lo que queremos es solucionar un problema de comportamiento relacionado con estas cuatro características que he comentado. Si es el caso, buscar un buen educador o educadora que pueda ayudaros, pero no entrenéis un "sentado" si el perro persigue bicis. Ya me entendéis ¿verdad? ;)

Salud!

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